AMBIENTACIÓN MUSICAL PARA LOS ESTABLECIMIENTOS / OFICINAS

Hoy en día el acceso a un producto ya no supone una ventaja debido a que podemos comprar casi cualquier producto desde el sofá o desde el asiento de un autobús. Por esta razón, el principal activo que tienen las tiendas físicas para atraer comprador@s está en la experiencia de compra.

Los estímulos sensoriales son lo primero que recibe el/la comprador/a potencial, incluso antes de entrar a una tienda. La iluminación, los colores de la tienda y los productos, la música o el olor de la tienda son solo unos ejemplos de estímulos que se proyectan al exterior.

Está probado que la música estimula varias regiones cerebrales. Cuando esta música resulta agradable, el cuerpo aumenta la producción de endorfinas. Las endorfinas son un tipo de hormona que aumenta la alegría y elimina el dolor, produciendo sensación de felicidad. Por eso, cuando se está en un lugar en el que el ambiente en general resulta agradable, se tiende a estar más tiempo y a regresar más a menudo y por consiguiente, cuando se está alegre y se permanece más tiempo en una tienda, aumenta la predisposición a comprar.

A continuación, indicamos algunas claves para diseñar la ambientación musical para un establecimiento:

1. Conoce al público objetivo: Es fundamental comprender el perfil y los gustos musicales de l@s client@s. Investigar qué tipo de música les agrada más y en qué estilo se sienten más cómodos, esto puede ayudar a seleccionar la música adecuada.
2. Alinear la música con la imagen de marca: La música debe estar en sintonía con la identidad y personalidad de la tienda. Considerando el estilo de música que refuerce la imagen y valores de marca. Por ejemplo, una tienda de ropa moderna puede elegir música actual y enérgica, mientras que una boutique de lujo puede optar por melodías elegantes y sofisticadas.
3. Crear una lista de reproducción variada: Es importante evitar reproducir una lista de canciones repetitiva o demasiado corta. Esto se puede lograr elaborando una selección musical amplia y diversa que mantenga el interés de l@s client@s, incluyendo diferentes géneros, artistas y épocas para ofrecer una experiencia musical enriquecedora.
4. Considerar el ritmo y el tiempo: La música tiene un impacto en el estado de ánimo de las personas. Ajustar el ritmo y el tiempo de las canciones según el ambiente que se desea crear en la tienda. Un ritmo más rápido y un tiempo enérgico pueden estimular la actividad y el dinamismo, mientras que un ritmo más lento puede generar un ambiente relajado y tranquilo.
5. Controlar el volumen adecuado: Asegurar que el volumen de la música sea apropiado para el entorno del establecimiento. Debe ser lo suficientemente alto como para ser escuchado y crear una atmósfera agradable, pero no tan alto que dificulte la comunicación entre l@s client@s y el personal de la tienda.
6. Mantener la coherencia con otros elementos de la ambientación: La música no es el único factor que contribuye a la experiencia sensorial en una tienda. Asegurar que la música esté en armonía con otros elementos de la ambientación, como la iluminación, la decoración y el aroma también es un factor importante. Todos estos elementos deben complementarse entre sí para brindar una experiencia coherente y agradable.

Es importante recordar que la ambientación musical en una tienda tiene como objetivo crear una experiencia agradable, estimulante y coherente para l@s client@s. Al prestar atención a estos aspectos clave, se podrá diseñar una ambientación musical efectiva que mejore la experiencia de compra y fortalezca la identidad de la marca.